La legalidad en la cerveza artesanal: pasado vs. presente

“Para iniciar una microcervecería, lo que realmente importa es hacer buena cheve. Sin conocimiento del producto, no vale la pena arriesgarse”

Principios de 2010 y lo recuerdo como si fuera ayer. Difícil me resulta olvidar cuando inicié a elaborar cerveza en casa. A veces amigos me ayudaban, otras tantas me encontraba solo. De cualquier forma, mi pasión por producir esta bebida se acrecentó de forma exponencial.

Eran tiempos de rifársela contra todo, tiempos en que la cerveza artesanal estaba en un ‘limbo legal’, no existía la figura como tal en nuestras leyes, no se sabía cómo proceder a la comercialización y tampoco sabíamos qué actores influirían en este sector en cuestión de legalidad y normativas.

Hice muy buenos amigos dentro del ambiente cervecero, teníamos reuniones informales en El Sume o en casa de uno de los cerveceros, para autocriticar nuestras cheves, de esta forma nos pasábamos consejos y hasta hacíamos colaboraciones.

Cada vez más personas fueron conociéndonos, la voz se corrió de boca en boca, la cerveza artesanal fue cada vez más aceptada por los paladares de los consumidores, podíamos vender sin restricción en establecimientos que se animaran a permitirnos entrar, pero esta actividad no estaba formalizada ante la ley.

Tras cuatro años llegó el gran día en que tuvimos un acercamiento con autoridades municipales y legisladores, así como cámaras empresariales, todos coincidían en que era necesario formar una asociación o agrupación que nos ayudara a lograr legalidad y formalidad ante cuestionamientos y voces en contra de nuestro movimiento, así como la fuerza suficiente para ser vistos y tomados en cuenta por los gobernantes.

Y si algo tenemos los cachanillas es que somos unidos, así que no nos costó mucho ponernos a trabajar grupalmente y formar la Asociación de Microcerveceros de Mexicali, A. C., en julio de 2015. Enseguida nos coordinamos con nuestros compañeros de Tijuana y Ensenada, para enfrentar y superar los retos legales que vendrían a nivel estatal. Había llegado el momento de hacer un poco de política y comenzar el camino hacia la formalidad. ¡Qué caray!, si quieres legalizar algo, tienes que politizar.

Al fin, después de casi dos años de gestión, en agosto de 2015 nos aprobaron la tan esperada modificación a la Ley de Almacenaje, Venta y Consumo de Bebidas Alcohólicas, que destacó a Baja California como el primer estado en contemplar -de manera legal- a la cerveza artesanal en todo el país. En consecuencia, los municipios tuvieron que modificar sus reglamentos para dar paso a lo legalizado.

Al día de hoy se han otorgado -solo en Mexicali- siete permisos que contemplan la venta exclusiva de cerveza artesanal y están por comenzar su trámite seis microcervecerías y dos restaurantes. Cabe señalar que el permiso para restaurante en el rubro de cerveza artesanal, es el mismo que para sala de degustación externa.

Nuestras autoridades han manifestado que el ‘limbo legal’ que mencioné al inicio, está terminando y a partir 2018 solo podrán comercializar cerveza artesanal -directa o indirectamente-, aquellos que hayan obtenido uno de los tres tipos de permisos que existen para este rubro: microcervecería, sala de degustación y boutique de cerveza artesanal.

Existen muchos Homebrewers en Mexicali, de hecho hay un club muy respetable (Mexicali Homebrew Club) algunos de sus miembros elaboran cervezas que han ganado premios a nivel nacional e internacional (envidia aparte). Dentro del club y fuera de el, también existen los que no conformes con elaborar cerveza -buena o mala- en pequeñas cantidades, quieren hacer realidad un sueño y salir de la informalidad para comenzar un proyecto que les permita desarrollar su propio negocio.

Debido a ello, me tomo la libertad de aportar siete consejos:

1.-Para iniciar una microcervecería, lo que realmente importa no es la inversión, ni cumplir con todos los lineamientos legales: ES HACER BUENA CHEVE. Sin conocimiento del producto, no vale la pena arriesgarse. Recuerden que no es lo mismo hoy que hace años, actualmente el consumidor conoce del producto, mientras que antes aprendíamos todos juntos. El escenario cambió.

Una vez que se cuenta con conocimiento sobre lo que estamos elaborando, entran la inversión y legalidad en el negocio.

2.-De nada sirve llorar, nadie va a hacer las cosas por ti. Con esto quiero decir que no solo se trata de basarse en la experiencia de los que trabajamos formalmente, es responsabilidad de cada uno dar ese paso.

3.-Seguido a esto, deben acercarse a las autoridades municipales para conocer los requisitos necesarios para una licencia de venta de cerveza artesanal. No se arriesguen a comercializar sin haberlo hecho, porque ya existe una que nos protege, pero también nos regula y castiga.

4.-Si tienen dudas al respecto, acérquense a un cervecero que esté operando su permiso, seguramente les informará sobre puntos de interés en el tema.

5.-Materialicen sus sueños ustedes mismos, no se los vendan al mejor postor. La cheve artesanal debe surgir de la pasión, no del billete de alguien ajeno a la industria y quien difícilmente conocerá el tema.

6.-Armen su proyecto para modelo de negocio como más les convenga, algo que verdaderamente les apasione y guste, no diseñen un barril sin fondo para depositar lo poco o mucho que tengan.

7.-Una vez que estén en la formalidad, afíliense a una cámara empresarial y en alguna asociación de cerveceros, para que se unan a los proyectos de crecimiento. No olviden que esta pasión se convierte en un modo de vida, en el negocio que pretenden les de sustento a ustedes y sus familias. Para conseguirlo, proyecten bien sus ideas y ejecútenlas ligadas a la rentabilidad. Pero nunca, nunca, nunca, olviden a sus clientes, su equipo de trabajo y la calidad constante de sus cheves.

*Al final de cada punto, sugiero regresar a leer el 2.

Amén.

Héctor Corella

Héctor Corella

Todólogo en Amante Brew y ex presidente de la Asociación de Microcerveceros de Mexicali, A. C.
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